Se trata de un defecto de refracción en el cual la luz no se enfoca de manera adecuada en el ojo, causando que las imágenes lejanas no se vean claras, mientras que las cercanas se ven mejor.
Puede progresar conforme aumenta la edad y en la mayoría de los casos se estabiliza a los 21 años, sin embargo, en algunos pacientes puede llegar a ser muy alta y condicionar la aparición de enfermedades como el desprendimiento de retina o glaucoma, por lo que todos los pacientes con miopía deberían acudir al oftalmólogo al menos una vez al año.
La miopía se trata con anteojos, lentes de contacto y en algunos pacientes con cirugía.
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