Las revisiones con el oftalmólogo deben existir desde que somos pequeños, y se recomienda que se hagan una vez al año.
En cada cita buscamos revisar todas las partes del ojo, de los párpados y de la órbita, para poder valorar así funcionamiento del sistema visual.
Comenzamos tomando la visión y valorando si es necesario enviar anteojos. Posteriormente se revisan los movimientos oculares, para luego pasar a la lámpara de hendidura, un microscopio muy poderoso que permite revisar los párpados, las pestañas, la cornea, segmento anterior, ángulo, iris y cristalino.
Se hace el conocido “examen de fondo de ojo“ donde revisamos el vítreo, la retina, el nervio óptico y los vasos sanguíneos. Para hacer esta revisión en algunos pacientes son necesarias las gotas para dilatar la pupila, pero en la mayoría de los casos se puede realizar sin dilatación.
Durante la consulta se realiza la toma de la presión intraocular con el aparato más moderno y exacto a nivel mundial.
La revisión oftalmológica se debe realizar durante toda la vida, una persona nunca es demasiado joven o demasiado mayor para tener una revisión completa de los ojos por el Médico Especialista en Oftalmología.
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